Bella Baxter es una joven revivida por el brillante y poco ortodoxo científico Dr. Godwin Baxter. Bajo la protección de Baxter, Bella está ansiosa por aprender. Hambrienta de la mundanidad que le falta, Bella se escapa con Duncan Wedderburn, un sofisticado y perverso abogado, en una aventura vertiginosa a través de los continentes. Libre de los prejuicios de su época, Bella se vuelve firme en su propósito de defender la igualdad y la liberación.
Pobres Criaturas
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Una mezcla divertida, triste, obscena y hermosa que te perseguirá y provocará a partes iguales (…) Una especie de Frankenstein steampunk con cambio de género, explora y desafía la forma en que la sociedad dicta y reprime el comportamiento femenino. Lanthimos también aborda nuestra propia lascivia y el concepto aparentemente monstruoso de una mujer sin vergüenza.
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Poor Things es un cuento de hadas increíblemente divertido que crea no sólo uno, sino múltiples mundos distintivos, cada uno de ellos una obra de arte cautivadora, poblados por personajes memorables desarrollados por un reparto de primer nivel. Extremadamente extravagante pero dirigida con un control infalible, también es una historia rica en actualidad, sobre una mujer que se reconstruye desde cero, estrictamente de acuerdo con sus propias reglas, lo que le proporciona a Stone el papel de su vida. O dos, en el caso de Bella.
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La película está llena de esos momentos, que cobran vida gracias al enérgico abrazo de Stone a la personalidad de Bella, las universalmente excelentes interpretaciones secundarias y la salvaje determinación de Lanthimos de sorprendernos, ya sea usando cuatro lentes diferentes en una escena, pintando el cielo de rojo o esa charla sexualmente positiva que sale de la boca de un aparente bebé. Qué glorioso himno a la libertad es.
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Todo lo que hay en la película (cada fotograma, cada imagen, cada chiste, cada actuación) provoca un suspiro de emoción (…) Lanthimos nos muestra un mundo extraordinario, artificial y retorcido. Y su protagonista es alguien que lo lleva al siguiente nivel profesional, o al nivel más allá del siguiente nivel: Emma Stone. Ofrece una interpretación sorprendente y divertida como la primitiva e inocente sexualmente Bella Baxter…
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…es fácil perdonar cualquier película que sea tan alegremente excesiva como ésta. Puede que Lanthimos se deje llevar, pero los resultados son atrevidamente escandalosos y, a menudo, hilarantes. Va demasiado lejos en sus experimentos, tal como lo hace Godwin. Pero, como sostienen varios de los personajes, si quieres ver lo mejor y lo peor de la vida, tienes que llegar demasiado lejos.
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Poor Things es la mejor película de la carrera de Lanthimos y ya se siente como un clásico instantáneo, mordazmente divertido, caprichoso y excéntrico, modesto y sin pretensiones, lleno de tanto que adorar que tratar de analizarlo todo aquí parece una respuesta lamentable a las ambiciones de la película (…) En el centro hay un giro deliciosamente fuera de lo común de Emma Stone, prueba de que, sea cual sea la frecuencia agrietada en la que ella y Lanthimos viajan, su alquimia es la verdadera.
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Lanthimos, incluso cuando se le conceden las finanzas y la libertad para hacer realidad una fantasía adulta tan extravagante, sigue siendo una especie de brutalista, un cirujano que cortará con rudeza el corazón de la condición humana, derramando entrañas que no todos querrán ver. Curiosamente conmovedora por su fervor y abundancia, “Poor Things” puede parecer muy alejada del ascetismo duro y despojado de una obra temprana como “Dogtooth”. Pero en realidad son animales similares, obsesionados con desarmar a las personas para encontrar qué las motiva, qué las hace desmayarse, qué las hace interesantes.
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Lanthimos utiliza el surrealismo y una estilización extrema para exponer sus puntos, lo que da como resultado una película brillante y, a menudo, profundamente inquietante. El humor caprichoso y la violencia misógina van uno al lado del otro. Bella es la santa inocente que descubre la depravación y la crueldad de los hombres. Stone ofrece seguramente la actuación más audaz de su carrera hasta el momento, en un papel que impone grandes exigencias físicas y psicológicas.
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Esa trama de nivel básico, una película sobre una mujer y un bebé jugados por un científico, mantenidos cautivos y jodidos, seguramente causará sorpresa entre los cínicos y los mojigatos. En última instancia, ninguna película de Yorgos está completa sin controversia o provocación. No es un cineasta que se queda en el término medio, y Poor Things es una obra de extremismo cinematográfico en tema y estilo. Sentirse ofendido por ella es morder el hermoso y desagradable cebo que a Yorgos Lanthimos le encanta poner.
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Yorgos Lanthimos se lanza a reinos más lejanos de invención y audacia con Poor Things; una pieza de futurismo de época ultrabarroca que debe considerarse la obra más profusamente producida de los últimos años y que también puede clasificarse como una película de arte en toda regla. Incluso cuando la película navega despreocupadamente hacia una enrarecida estratosfera imaginativa propia, está anclada a la realidad emocional gracias a una actuación deslumbrante de Emma Stone que, en todo caso, supera su giro revelador en La Favorita.
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Poor Things es el swing más ambicioso y cautivador de Yorgos Lanthimos hasta el momento, uno que da sus frutos cuando un hermoso coro de instrumentos crece en los momentos finales de la película, mostrándonos lo que esperábamos desde el principio: Bella en su forma final, una que es segura de sí misma, mundana e intransigente. Ella es hermosa, atrevida y única. Y como mujer que vive en una época donde reina la sociedad educada, finalmente es libre.
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Al hacer una película sobre el crecimiento (entre otras cosas), Lanthimos parece haber madurado un poco también. Sigue siendo un provocador travieso que desafía a la gente a hacer una mueca de dolor ante un asunto incómodo, pero en Poor Things encuentra gracia en lo profano y lo sórdido. Nos muestra un corazón para complementar todos los zumbidos de su singular cerebro.
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Deliciosamente divertida parece una etiqueta adecuada para “Poor Things”. Tony McNamara teje frases mordaces entre reflexiones conmovedoras sobre el existencialismo. Los chistes sobre eunucos, mutilaciones, cocaína y erecciones están salpicados de manera divertida a lo largo de la epopeya de Lanthimos, una película que se siente tan bien de ser verdadera (…) no sólo es una de las reflexiones filosóficas más refinadas de Lanthimos, sino que también es su trabajo visual más logrado.
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¿Está a la altura de las expectativas? En resumen, sí, pero también es más salvaje, más extraña y más ambiciosa que su predecesora: una película que rompe fronteras y subvierte nuestras suposiciones con tanta alegría e imprudencia como su heroína con los ojos muy abiertos (…) Poor Things nunca permite que su glorioso estilo eclipse su sustancia, y gran parte de eso se debe al compromiso inquebrantable de Stone con su interpretación.
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Poor Things es un mito de la creación alocado con apuestas tremendamente humanistas. Ser expulsado del paraíso no es una caída en desgracia aquí: es el primer paso en el largo camino hacia él (…) a medida que su conocimiento de sí misma se profundiza, la actuación de Stone también lo hace. Es un trabajo tremendamente inteligente y profundamente pensado, diferente a todo lo que hayas visto en años.
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El equipo amigo del Oscar formado por el director griego Yorgos Lanthimos, el escritor australiano Tony McNamara y la actriz estadounidense Emma Stone se han reunido, después de su éxito de 2018 The Favourite, para ofrecer otra película de época sobre el poder y el deseo femenino. Éste, sin embargo, es más ambicioso, más obsceno, divertido, anárquico, inteligente y conmovedor y, por tanto, más significativo. Espere una avalancha de premios de la Academia.
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Una audaz odisea cómica que desafía el género y las convenciones.
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El deseo de Bella (por los hombres, por el baile dramático, por el pastel de nata y, eventualmente, por la estimulación intelectual y la agencia) impulsa la película. Ella se revela como una de las leyendas más cachondas del cine y se abre camino follando a través de la costa europea. La actuación de Stone coincide con esa valentía; aquí apuesta por todo, corriéndose ruidosamente, su cuerpo y su rostro tocando cada nota de la experiencia sexual humana: emoción, decepción, disgusto, horror, intriga.
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Esta es una película más dulce de lo que esperábamos de Lanthimos: una historia de amor, no sólo sobre un extraño padre sustituto y su franca hija creada, que cobra vida mediante métodos moralmente dudosos, sino también entre una mujer y el mundo que la rodea, como ella desafía las actitudes misóginas de la época y cuestiona la idea de que una mujer debe estar subordinada a un hombre de cualquier manera. Es una actuación tour de force de Stone, valientemente igualada por Ruffalo y complementada por el mundo de ensueño y alocado que Lanthimos y sus talentosos colaboradores han creado.
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En este punto de su carrera, Lanthimos debe estar divirtiéndose muchísimo creando estos dramas de grandes personajes, extraños y fuera de lugar, que se trasladan a la pantalla. Rebosante de oscuro cinismo hacia el patriarcado, este singular y extraño derribo y reinterpretación patriarcal del “Monstruo de Frankenstein” es tan perverso como hilarante y seguramente irritará algunas plumas.
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Si bien a la película le vendría bien un poco de recorte (con 141 minutos, se siente sobrecargada, especialmente la excursión europea), Lanthimos la recupera para el acto final ambientado en Londres. De alguna manera tierna y vengativa, es una rica historia que florece en este capítulo final, a medida que Bella gana mayor agencia en el universo patriarcal. Excéntrico y misterioso, muestra una vez más a Lanthimos como el maestro proveedor de lo extraño y surrealista.
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La atención al detalle lleva a Poor Things a la grandeza, superando un tartamudeo en un período intermedio demasiado largo y ligeramente repetitivo con puro compromiso con una filosofía emocional divertida, escandalosa y astuta. Como deja claro Baxter, las inclinaciones y la imaginación de un científico no limitan el alcance de un experimento; ellos determinan los resultados. El cine es una ciencia muy similar, una que Lanthimos utiliza al máximo de su rango sensorial y emocional en Poor Things.
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Con una narrativa bien engrasada, grandes actuaciones y una gran realización cinematográfica, el tema obsceno rápidamente se vuelve aceptable y nunca deja de atraer. Yorgos Lanthimos ha creado algo especial con esta película protagonizada por Emma Stone: permite al público acceder a un tipo de entretenimiento alternativo que normalmente se consideraría mojigato. La naturaleza excesiva de la película sin duda causará cierta división entre quienes la vean, pero en última instancia es lo que esperamos de Lanthimos…
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En teoría, los directores trabajan a través de sus influencias, volviéndose menos abiertamente derivativos y más ellos mismos con el tiempo. En su gesto más perverso, Lanthimos ha optado por tomar el camino opuesto, inclinándose más hacia el fetichismo de Kubrick con un efecto cada vez más desconcertante (…) El enfoque de Lanthimos no es particularmente agradable ni espantoso a la vista; no es, como muchos supusieron por el tráiler, “al estilo Burton” y es algo único.
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Sus manipulaciones son divisivas por diseño, y “Poor Things”, con su carne con cicatrices y sus genitales desnudos, sus disecciones de libros de texto de anatomía y escenas viviseccionales, puede ser la definición de una película no apta para todos. Pero desde sus imágenes líricamente estilizadas hasta su final inexplicablemente feliz, también es para muchas más personas de lo que su lema que suena extremo y sus imágenes deslumbrantes y extravagantes podrían sugerir. Un drama de empoderamiento femenino y desmembramiento protésico todo en uno, puede ser la primera película de Lanthimos en la que este cineasta implacable no sólo abre a sus personajes sino que realmente le gusta lo que ve.
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Los verdaderos fuegos artificiales están burbujeando en el espacio intelectual entre actores enormemente talentosos en la cima de sus poderes. Es raro que algo tan reflexivo ofrezca al público un momento tan agradable. Gray podría haber deseado que la película fuera un poco más escocesa, pero estaría encantado de ver que se conserva gran parte del espíritu de la novela.
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…para los cinéfilos que consideraron que el feminismo de “Barbie” era demasiado introductorio, Poor Things lleva esos temas a su extremo de clasificación R, interrogando la dinámica de género y la sexualidad desde casi todos los ángulos (y dado que este es un Yorgos Lanthimos película, sabes que esos ángulos están inclinados).
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Stone fundamenta a Poor Things y le da un corazón y una identificación que de otro modo le habría faltado. Lanthimos exige valentía de sus actores, pero Bella puede ser el papel más desafiante de todas sus películas hasta la fecha. Ella es desafiante porque es sorprendentemente identificable; después de todo, todos queremos encontrar nuestro lugar en el mundo. El filme podría haber sido un juego sexual vacío o una metáfora sobreescrita. Tal como están las cosas, aterriza en algún lugar entre los dos, pero su protagonista fusiona la obscenidad y la consideración, y las mantiene unidas. Quienes debaten en línea sobre la necesidad de escenas de sexo en el cine no sabrán qué los golpeó.
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Poor Things se siente como el mayor logro de la carrera de Lanthimos, combinando una historia convincente que no podría ser más oportuna con las marcas registradas del director, de la mejor manera posible. Es una película que sabe exactamente cuándo reírse a carcajadas y cuándo ponerse serio, haciendo malabarismos con una gran variedad de tonos y temas con aparente facilidad y excelente ejecución técnica. Elevada por una actuación de Emma Stone que definió su carrera, Poor Things es una oda hipnótica e irresistible a la individualidad y la libertad que nos invita a abrazar la parte más audaz y desafiante de nosotros mismos y a reconocer los verdaderos “monstruos” del mundo.
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Pobres Criaturas no pretende ser una comedia que pueda verse como alegre o fácil de ver. Visualmente pretende evocar el espíritu del romanticismo, pero es todo menos romántica. Es deliberadamente provocativa, desagradable y tiene mucho que asimilar a la vez, pero tampoco parece una conferencia o un tratado sobre ninguno de sus temas. (…) Es una historia en la que con frecuencia se ríe para no llorar, y si bien los chistes y las escenas impactan mucho más de lo que fallan, es el significado detrás de todos ellos el que permanecerá en la mente por mucho más tiempo después de que termine Pobres Criaturas.
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Al crear una versión feminista de “Frankenstein”, Lanthimos captura el espíritu de la historia clásica mejor que la mayoría de las adaptaciones. El viaje de Bella para comprender tanto a la humanidad como a sí misma como individuo requiere que reajuste constantemente su perspectiva, ya que ella, una creación reciente, busca lógica y justicia en un mundo inherentemente ilógico e injusto. (…) Pobres Criaturas logra tener éxito como ejercicio intelectual y como una historia profundamente emotiva sobre la madurez, y el mérito es de los infinitamente fascinantes esfuerzos de colaboración de Yorgos Lanthimos y Emma Stone.
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Sin dejar de construir un mundo único, rico y visualmente apabullante, Pobres Criaturas se cuela entre las favoritas a los Óscar con ideas verdaderamente subversivas e inusuales en el cine de prestigio, alzándose como la película más redonda y ambiciosa de Yorgos Lanthimos sin dejar de ser la que tiene una caligrafía más limpia —torpemente confundida con la palabra “accesible”— con todos los apartados artísticos en gracia y una Emma Stone imperial.
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… obra impredecible y en permanente metamorfosis, igualmente eficaz a la hora de resultar perturbadora y provocar la hilaridad a través de gags visuales (…) Lanthimos avanza sin descanso de un escenario fantasiosamente anormal al siguiente, recurriendo a perspectivas deformadas que enfatizan cuanto el relato tiene de hiperbólico y aberrante, y moviendo la cámara con agilidad desquiciada propia de un niño que descubre el mundo.
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Pobres Criaturas supone un paso adelante en la carrera de un cineasta que no siempre supo cómo expresar una cierta compasión hacia sus personajes. (…) en Pobres Criaturas, el cineasta conquista un territorio de expresión plena, donde la oscuridad del mundo –representada por seres indolentes, amorales y sumisos– convive con la posibilidad de la luz, que fulgura en la gestualidad desinhibida e indomable de una Emma Stone que pone otra insignia dorada en su impecable carrera.
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Todo el planteamiento estético es original y transgresor en aras de crear algo memorable que no se parezca a nada que hayamos visto. (…) ¿Comedia negra? ¿Fábula perversa? Pobres Criaturas ofrece distintas lecturas y es disfrutable, si bien no será plato de buen gusto para todo el mundo: bajo su capa de aparente liviandad humorística se esconde una lectura demoledora de lo que la sociedad le hace a los individuos.
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En Pobres Criaturas, Stone crea un rico retrato de una niña y una mujer que intentan encontrarse a sí mismas y su lugar en el mundo caótico y violento que la rodea. Sigue siendo una pena que la mayoría de las historias sobre mujeres parezcan recaer en hombres para que las cuenten, pero Pobres Criaturas demuestra que Lanthimos tiene un profundo conocimiento de su oficio y de la narración. Es verdaderamente una película magistral y una de las primeras favoritas para ser la mejor del año.
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Lanthimos utiliza inteligentemente el don natural de Stone para la comedia física y alinea a la estrella con el irónico guión de Tony McNamara y algunas de las mejores actuaciones de su carrera de uno de los elencos más talentosos reunidos este o cualquier otro año. Agregue el diseño de producción hiperestilizado de Shona Heath y James Price, inspirado en Federico Fellini, Terry Gilliam y Jean-Pierre Jeunet, entre otros, y Pobres Criaturas no es solo una de las películas más originales del año, sino también una de sus obras más alegremente provocativas también.
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Pobres Criaturas, una mezcla surrealista de ciencia ficción y cuento de hadas pornográfico del loco director griego Yorgos Lanthimos, puede que no sea la peor película con intención comercial jamás realizada. Pero es sin duda la más sucia. En una cacofonía caótica de críticas mixtas, se ha descrito como extraña, agotadora, repugnante, obscena, estridente, demente, retorcida y loca. Esas son las buenas críticas.
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Emma Stone ha realizado quizás su actuación más rica, más interesante y absolutamente intrépida hasta el momento. (…) Absolutamente una tontería, completamente sucia y verdaderamente original: Pobres Criaturas es de lo mejor que han hecho Yorgos Lanthimos y Emma Stone.
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Pobres Criaturas es un esfuerzo cinematográfico audaz y atrevido que compite por ser la mejor película del año. (….) Pobres Criaturas dejará a muchos boquiabiertos. Es una visita obligada, pero requiere una mente abierta y la aceptación del humor lascivo. Esta no es una experiencia conservadora en ningún sentido. Lanthimos, Stone, sus brillantes actores secundarios y los talentos detrás de la cámara son extraordinarios.
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Pobres Criaturas camina por una delgada línea entre la comedia grosera y el drama sincero, pero logra encontrar el equilibrio adecuado, debido a su material original y las actuaciones. La segunda mitad pierde algunos de sus elementos más absurdos pero retendrá la atención del público. (…) Se trata de una obra innovadora y totalmente original que hace justicia a su aclamado material original y bien vale la pena la espera para los fans de este director.
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Lanthimos se deleita con lo que estos mundos fuera de lugar pueden decirnos sobre nuestro universo espejo, y aunque él y MacNamara han desechado la ambigüedad de múltiples narradores de la novela en favor de su inclinación más fantástica, no socava el núcleo feminista. La actuación físicamente transformadora de Stone es seguramente digna de un Oscar, envuelta en una franja de trajes magníficamente monstruosos de la diseñadora de Lady Macbeth Holly Waddington, desenfrenados con volantes victorianos exagerados.
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Para una película tan preocupada por forjar el propio camino, tiene unas sorprendentes ganas de agradar. Un miasma engreído se apodera de la película mientras Bella regurgita tópicos pseudofeministas que aprende tanto de sus interlocutores como de sus amantes. (…) Es Bella, cuyo principio de placer y opiniones ilimitadas son todo lo que importa. Pero sin un mundo adecuado que refuerce estas opiniones, todo será en vano.
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Pobres Criaturas, una enorme película con un núcleo profundamente íntimo, analiza nuestros impulsos y deseos básicos como seres humanos y cómo hay una belleza en la honestidad de cómo vemos el mundo en el que realmente vivimos; un mundo, como a Lanthimos le gusta recordarnos, que es sucio, trágico y gloriosamente retorcido.
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Pobres Criaturas es una comedia delirantemente trastornada sobre el viaje de una mujer desde la desesperación suicida hasta la liberación, gracias a su descubrimiento de los placeres orgásmicos del “salto furioso”, también conocido como “relaciones sexuales” bien hechas. (…) Lanthimos, McNamara y Stone nos han brindado una película que estimula, provoca y deleita con cualquier malestar que pueda crear, una odisea obscena que, sean cuales sean tus reservas, insiste en ser la película imprescindible de la temporada.
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A veces, cuando a los cineastas se les permite operar a gran escala, pueden desmoronarse bajo el peso de sus ambiciones o simplemente no tener la inventiva visual para igualar el alcance de su historia. Con Pobres Criaturas, Yorgos Lanthimos afronta cada desafío con aplomo. Casi cada segundo se siente perfectamente calibrado en tono, tema, carácter y alcance. Cuenta una historia muy clásica, no tan diferente en estructura de cosas como El Mago de Oz o Star Wars, pero a través de los ojos de Lanthimos, no se parece a nada más. Cuando voy al cine, eso es lo que quiero sentir.
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En una era de películas planas y cautelosas, desprovistas de personalidad, ambición o incluso la ahora debatida sensualidad, la película de Lanthimos es vitalmente exuberante: una fábula que está tan energizada por su perversidad como Bella es despertada por un rayo. La película sigue su propio ritmo mientras oscila entre el horror gótico, la parábola filosófica y el humor de burdel, uniendo sus fascinaciones y fijaciones antes de finalmente trascenderlas.
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Para una película que fácilmente podría ceder bajo el peso del exceso, Lanthimos hábilmente evita esto canalizando la liberación de Bella con la ayuda del director de fotografía Robbie Ryan. Su característico lente ojo de pez le da a Pobres Criaturas una mirada tan inquisitiva como la de Bella (…) Pobres Criaturas está repleto de este tipo de momentos, aquellos que te recuerdan por qué vas al cine: es desconcertante y brillante, con un interés desenfrenado en los placeres del descubrimiento y la conexión.
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Desde el principio de Pobres Criaturas queda claro que esta no será una película para todos. Llamarla extraña es quedarse corto. Una verdad que se vuelve cada vez más cierta a medida que avanza la película. Sin embargo, aquellos que se queden a través del contenido explícito y la exploración de la sociedad obtendrán una gran recompensa al final. Al mismo tiempo, Pobres Criaturas es visualmente impresionante. Desde el vestuario hasta el diseño de producción y los decorados, es fácil perderse en todo.
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Alocada pero inteligente, y ensamblada con una cinematografía inspirada que hace que valga la pena analizar cada escena en sus detalles, la película es una maravilla. (…) Es una película exagerada que aborda temas pesados en términos metafóricos intensificados y decididamente surrealistas que pondrán a prueba no sólo los límites del espectador sino también su capacidad para negociar entre lo representado y su significado pretendido. Pero el mejor cine nos desafía y Lanthimos nunca duda en enfrentarse a su público.
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Como una versión moderna, extravagante, deliciosa, alocada y sobre todo divertidamente surrealista y alocada de Frankenstein, Poor Things se alza como una excelente sátira a la naturaleza humana, un estudio a nuestras desgracias, nuestras perversiones, nuestras atrocidades y sobre todo nuestras imperfecciones, con una excelente interpretación de Emma Stone que construye, deconstruye, hace y deshace a su personaje a placer del espectador, para hacernos pasar un gran momento con la cantidad de hilarantes momentos, pero a su vez entendamos el mensaje tan potente, actual y feroz de la película.
Recomendada!
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